Como llevar calcetines en verano puede ser un verdadero suplicio, siempre se puede recurrir a los clásicos pinkies que usaban nuestras madres y abuelas. Hoy en día los hacen de forma que se puedan usar con casi todo tipo de zapatos y sandalias y hasta con almohadillado para aliviar las zonas que más se sobrecargan.
Además de proteger hacen que, al contrario de lo que puede parecer, el pie vaya más fresco porque absorben la humedad y el sudor.