Los tejidos nos acompañan toda nuestra vida. Hay personas con sensibilidad a determinados tejidos. Otras buscan un tejido en particular porque le resulta más cómodo. También hay quien evita tejidos de origen animal, y sólo compra productos eco. Esto es especialmente importante a la hora de elegir nuestra ropa interior. Pero, ¿cuáles son los tejidos y composiciones más habituales en ella?
Primero hay que distinguir el tejido según su procedencia. Así podemos clasificarlos en tejidos de origen vegetal, animal y artificial.
Los tejidos de origen vegetal son: el hilo, el algodón, el yute y el cáñamo. De ellos, podemos decir que prácticamente sólo se utiliza el algodón. La mayoría de las prendas interiores suelen llevar algodón. Es un tejido que se utiliza todo el año y muy apreciado por los consumidores.
Tejidos de origen animal: lana y seda. La lana se utiliza en la fabricación de calcetines para el invierno y en algunos países nórdicos incluso como ropa interior. La seda es un tejido delicado y caro de producir y obtener. Ha sido utilizado por su suavidad en la fabricación de prendas para dormir e interior como combinaciones, incluso sujetadores en el pasado, pero hoy en día es menos habitual de encontrarla en estas prendas.
Telas artificiales: El desarrollo industrial atrajo la creación de nuevos materiales fabricados a partir de fibras sintéticas. Hoy son muy habituales las composiciones con nylon, poliéster, leacril o licra para la ropa interior. También los tejidos que mezclan diferentes porcentajes con otros de origen animal o vegetal. Otorgando estabilidad o comodidad a los tradicionales. En este apartado podemos encontrar otros materiales como el Kevlar, el rhovil, el saran y el merklon. Aunque su usos son para otro tipo de usos.
Hoy en día las composiciones de la ropa interior tienen en cuenta aspectos como:
- Resistencia. Son prendas sometidas a procesos continuados de uso y lavado. Se busca que pese a estar sometidos ese alto rendimiento se mantengan en un estado inalterable. Por eso las composiciones incluyen componentes artificiales más estables que los naturales.
- Estética y comodidad. El consumidor busca prendas cómodas que se ajusten perfectamente o incluso moldeen su figura, o sean estéticas. Estas funciones son más fáciles de conseguir con telas artificiales.
- Higiene. Los tejidos naturales suelen dar mayor cobertura en prendas que están en contacto con zonas húmedas. La ropa íntima debe contener secreciones corporales como sudor, orina, flujo vaginal, etc. Esta es una función que realizan de forma óptima los tejidos naturales. Ya que suelen ser absorbentes
- Aislamiento térmico. En este sentido, hay que valorar que permita la transpiración y a su vez evite la pérdida de calor corporal. Para ellos se utiliza tejidos naturales como sintéticos.